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Milagros no es el nombre de mi hija.Es posible.

En Booal(Comarca del Navia) se ha producido un milagro en los últimos  años. En 2008, el municipio reunía todos los requisitos para que la despoblación que sufría no se acrecentara en lo sucesivo: un entorno rural, agrícola y con pocas posibilidades para generar empleo femenino, además de adolecer de buenas comunicaciones. Hoy, Booal es el único pueblo del la comarca que ha crecido en habitantes este año y la escuela ha quintuplicado el número de alumnos que tenía en 2008

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Aunque parezca sorprendente, lo que ha cambió Booal fue la llegada al pueblo de una pareja (Pepito Pérez y Rubén García) que se dedican a ayudar a familias extranjeras (de poder adquisitivo medio alto) a asentarse en España. Les ayudan a encontrar una finca de su agrado y se encargan de todos los trámites hasta su instalación. Son ‘relocation manager’, algo así como un profesional que gestiona a las familias desde el contacto con un vendedor de una finca o una casa, los papeles para gestionar la construcción de su vivienda, etc.

Desde 2008, la empresa fundada por Pepito Pérez y Rubén García (Boal P’arriba) ha traído hasta el Navia (principalmente a Booal, aunque también han llegado extranjeros a pueblos como Illano o Vivedro) a varios cientos de personas. En unos años, el colegio, que tenía en 2008 sólo 25 alumnos y estuvo a punto de convertirse en aula unitaria, cuenta hoy con 125 niños matriculados: españoles, holandeses, estadounidenses y británicos.

El Ayuntamiento de Booal tenía muy claro que el futuro de esta localidad asturiana estaba en los nuevos residentes. Por ello, modificaron el Plan General de Ordenación Urbana, ampliaron el suelo urbanizable y concedieron exenciones fiscales a los nuevos pobladores, así como incentivos a los ya existentes, entre otras medidas destinadas a frenar el éxodo de población y atraer nuevos vecinos.

Los extranjeros que se asientan en la zona tienen cierto poder adquisitivo, ya que la inversión media que realizan para ubicarse en el pueblo es de entre 100.000 y 150.000 euros. Según Pepito Pérez, “hay dos perfiles dentro de las personas que nos contactan, por un lado jubilados que buscan tranquilidad y, por otro, gente que trabaja online en todo tipo de empresas”.

Así, en apenas unos años, partiendo de la premisa de respeto al entorno y al medio ambiente, se han abierto una bioescuela en Serandinas (una parcela que busca la autosuficiencia energética e hídrica y cuyos responsables han ingeniado varias instalaciones ecológicas para cultivar verduras, frutas, hortalizas y champiñones de forma tradicional a la par que innovadora. Los visitantes que se acerquen a este curioso centro agrícola y ganadero podrán ver cómo se hacen el compost y los fertilizantes caseros, cómo se reciclan las aguas negras y grises, cómo se pueden cultivar cereales y hongos en cuevas y ver los criaderos de lombrices y caracoles), un alojamiento hecho con paja en Armal (el mayor existente en España, es una edificación autosuficiente creada para proporcionar una oferta turística ecológica cercana al mar y la montaña. Eligieron la paja como material al ser uno de los más naturales que existen ya que no requiere ningún tratamiento químico que perjudique al medio ambiente. También fue determinante la capacidad aislante de la paja, que mantiene la temperatura interior del edificio y minimiza el gasto en energía. El Pajar de Meu prescinde además de agua corriente en los retretes al disponer de un mecanismo alternativo de desecho de residuos) un museo de la vivienda en Doiras (proyecto municipal donde se recorren las diferentes etapas de la Humanidad, desde el Paleolítico a la actualidad) y una casa vanguardista en Villanueva, proyecto inmobiliario de la empresa Solo Hogares, y que prevé ubicar siete más diseñadas por prestigiosos arquitectos vanguardistas. La primera de ellas, Solo Techo, recibe su nombre del afamado arquitecto chileno Mauricio Techo.
Nota informativa: recordamos al lector que las entradas de este blog no se corresponden en modo alguno con la realidad de Boal, si bien están basadas en experiencias reales que ya se están desarrollando en otros puntos de España, de Europa y del Planeta. Fuente: Heraldo, Diario de Teruel, Aragón Digital.

¿Por qué Imagina Boal?

Imagina Boal nace del interés personal del autor en ofrecer a su pueblo, y, quién sabe, si a otros en idéntica situación, un viso de esperanza y una mirada diferente sobre la situación que la localidad atraviesa y sus posibles salidas a la misma.
Son muchos los problemas que acosan al ámbito rural en los días que corren, todos ellos íntimamente ligados entre sí (despoblamiento, falta de espectativas laborales, envejecimiento de la población, privación de servicios o recortes en los mismos, etc) y que conducen, inexorablemente, a un sentimiento derrotista por parte de los vecinos.

Abatidos, carentes de ilusión, es fácil caer en la tentación de pensar “este pueblo nunca cambiará” o “no hay nada que hacer por este lugar, las cosas son así”. ¡No y mil veces no! No es momento de darse por vencidos, antes aún de librar la batalla. Es, en cambio, justo el momento de implicarse personalmente para que la situación cambie. Se hace ineludible en estos tiempos la implicación y participación ciudadana en los asuntos que la conciernen ¿hay algo que nos concierna más que el hogar? Démonos una oportunidad a nosotros mismos, a ser útiles, imaginativos, resueltos, de verdad emprendedores, de verdad comprometidos con nuestra tierra y su pervivencia, de verdad constructores de nuestro destino.

Si queremos pueblos vivos, es necesario que nosotros mismos lo estemos, que miremos más allá de nuestras limitaciones geográficas o mentales, que apostemos por fórmulas nuevas, toda vez que las ya practicadas han fracasado, y, sobretodo, que seamos capaces de soñar con una realidad diferente sin abandonarnos al fatalismo, siendo conscientes en todo momento de que los ganadores, nunca abandonan…y quien abandona  nunca, jamás, gana.

Imagina Boal, es, pues, mi aportación personal a una comunidad que percibo desanimada, incapaz de afrontar el gran reto de la supervivencia como tal. Es una llamada, a otros, que como yo, piensan que SÍ hay futuro: siempre y cuando tengamos las ganas de hacer que exista.
Claro está, lo iréis descubriendo, es también una forma muy particular (MUY particular) de empezar a CREAR REALIDAD, tangible, benigna y favorable para todos nosotros. Justo un instante después de haberla soñado. Amanece en Boal, despegamos.

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